Quiero agradecerle a Dios la oportunidad que me ha otorgado para trabajar para su gloria al colocarme como presidenta de la FADU este año. Deseo que la FADU logre grandes triunfos de la mano del Todopoderoso. Sé que Dios va a dirigir la senda que transitemos porque la FADU es de él y así se lo he pedido. La meta principal de la directiva es ganar almas para Cristo. Con humildad nos refugiamos bajo las alas del Redentor del mundo para llevar las buenas nuevas de su salvación y de su infinito amor a los estudiantes del Recinto de Mayagüez. Jeremías 17:7,8 dice: "Bendito el que confía en el Señor, y pone su esperanza en él. Será como árbol plantado a la orilla del agua, que junto a la corriente echa sus raíces, y no teme cuando viene calor, sino que su hoja está verde; y en el año de sequía no se fatiga, ni deja de dar fruto". Deseo que la FADU siempre sea como este árbol, y que extienda sus raíces hacia el manantial de vida que es la Palabra de Dios. Que pueda desplegar las bendiciones que Dios le ha regalado como ramas que proporcionan refugio en un ambiente de tempestad. Sé que así será y que Dios en persona derramará bendiciones innumerables sobre la FADU este año y siempre. --Kerimar Reyes |
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