Es para mí un grato placer poder dirigirme a tí hoy. Recibe mi más cordial saludo deseándote las más ricas bendiciones del cielo. A través de la historia hemos visto y leído sobre hombres y mujeres que han sido llamados por Dios para liderar, dirigir y predicar la palabra del Señor. En cada generación el Creador llama a siervos que decidan seguirle. He decidido este año aceptar el llamado y junto a el grupo de trabajo escogido por Dios nos esforzaremos en hacer la tarea que él nos ha encomendado. No somos perfectos pero hemos buscado a el perfecto. Nuestra meta es dar a conocer el plan de salvación a todos aquellos universitarios que andan en busca de la verdad. Estamos conscientes de que no hay victorias sin sacrificios, pero entendemos que Dios nos guiará de su mano. Nos afirmamos en el salmos 91:1-2 el cual dice : "El que habita al abrigo del Altísimo se acoge a la sombra del Todopoderoso. Yo le digo al Señor: Tú eres mi refugio,mi fortaleza, el Dios en quien confío. Confiamos que el Señor traerá almas a su redil y sabemos que mientras estemos unidos en espíritu y verdad, dedicándonos a un mismo propósito, seremos movidos por el poder del todopoderoso. Es mi deseo que la FADU pueda ser un agente de cambio y esperanza para todos aquellos que viven sin la certeza de que hay un salvador, que pueda servir de aliciente en los momentos de tempestad y pueda brillar en medio de la adversidad. Me despido ante ustedes con la bendición sacerdotal: "Jehová te bendiga, y te guarde; Jehová haga resplandecer su rostro sobre ti, y tenga de ti misericordia; Jehová alce sobre ti su rostro, y ponga en ti paz. Tatiana Méndez Toro |
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