Estudio Comparativo entre la obra del Espíritu Santo y la obra de los espíritus inmundos
{ por David Rodríguez }
En estos últimos días de la historia de este mundo, Satanás ha logrado mezclar la verdad y el error; al punto que muchos cristianos conformistas piensan que no importa lo que se cree y cómo se busque a Dios, que lo importante es servir al Señor sin tener en cuenta lo que se enseña o lo que se recibe.
Esa forma de pensar es antibíblica, pues la Escritura declara: "Examinadlo todo: retened lo bueno". 1 Tesalonicenses 5:21. Eso significa que nosotros los cristianos debemos investigar por nosotros mismos si lo que se nos ha enseñado es correcto o es un error. No debemos olvidar que los apóstoles del Señor predijeron: "... que se levantarían maestros conforme a sus propias concupiscencias, y apartarían la verdad del oído y se volverían a las fábulas". 2 Timoteo 4:3,4.
Piensa por un momento: lo que yo creo, ¿será verdad o, contiene errores inventadas por el hombre? Tú y yo debemos hacer como los antiguos Bereanos, de los cuales el Evangelio da testimonio diciendo que escudriñaban cada día las Escrituras para ver si lo que Pablo y Silas predicaban era como decía la Biblia. Hechos 17:10- 11. Los bereanos no se dejaban engañar porque ellos iban a la Biblia y confrontaban a los predicadores con la Palabra de Dios. Así debemos hacer nosotros. Hagámoslo con este tan importante estudio.
No fue sino hasta principios de este siglo que los cristianos no católicos empezaron a recibir manifestaciones espirituales adjudicándolas al Espíritu Santo. Las característicos de esas manifestaciones son el hablar en palabras desconocidas, danzar, lanzar gritos de supuesta alabanza y hasta caer al suelo, y lanzar aullidos fuertes. La situación se ha empeorado últimamente, pues, a principios de este siglo, sólo se conocía a no católicos recibir ese espíritu; pero hoy, el catolicismo se encuentra recibiendo ese mismo espíritu que los evangélicos. Nosotros preguntarnos: ¿Serán esas manifiestaciones obra del Espíritu Santo de Dios? Si ese espíritu que hoy están recibiendo católicos y evangélicos es el Espíritu Santo de Dios, ¿Porqué hay tantas diferencias doctrinales entre los católicos y los evangélicos? ¿Porqué los católicos se postran ante las imágenes mientras los evangélicos las condenan? ¿Porqué los católicos le ruegan a María que interceda por ellos mientras los evangélicos le piden a Cristo? ¿Porqué los católicos usan prendas y hasta el sacerdote se emborracha mientras los evangélicos condenan tales prácticas?
Si fuera el Espíritu Santo el que estuvieran recibiendo católicos y evangélicos, ¿No cree usted que ya le hubiera mostrado cuál de las 2 religiones es la que está en lo correcto? Juan 16:13 dice que: "... el Espíritu Santo de Dios guía a toda verdad". ¿Quién ha de estar en lo correcto, los evangélicos o los católicos (en relación a las preguntas hechas arriba). Uno de los dos ha de estar en lo correcto y el otro en el error. Pero si están recibiendo el mismo espíritu, y si es como ellos alegan, que es la promesa del Espíritu Santo de Dios, ¿Por qué no los ha guiado y corregido al que está en error, pues las Escrituras declaran que el Espíritu Santo guía a toda verdad?
A través de este estudio vamos a ver dos cosas; Primero, cómo se manifiesta el espíritu inmundo y luego comparado con la forma en que se manifiesta el Espíritu Santo de Dios. Luego de terminar el estudio podrá tener la oportunidad de ver cuál de esos dos se está manifestando en su iglesia.
Desde los días de los apóstoles, los espíritus malignos estaban tratando de infiltrarse en las iglesias para confundir la obra de Dios y que así las almas se perderían. Un buen ejemplo de esto lo podemos ver en 2 Corintios 11:3.4. No voy a citar palabras, búsquelas en la Biblia. En esos versículos el apóstol Pablo declara que temía por ellos, que no fuera a pasarles como a Eva, extraviarse. Los corintios aceptaban en su medio a cualquiera que viniera predicando, aunque les predicaran sobre otro Jesús, y aunque se manifestar otro espíritu ellos lo toleraban. Pablo temía por ellos, no fuera que otro espíritu aparte del Espíritu Santo de Dios se fuera a manifestar entre ellos. Esto quiere decir que desde los días de los apóstoles existía el peligro de que espíritus malignos falsificaran la obra del Espíritu Santo de Dios.
El apóstol Juan habló en Apocalipsis 16:13,14 que para los últimos días existirían tres poderes denominados:
- LA BESTIA - Que representa al Catolicismo
- EL DRAGON - Que representa la obra maestra de Satanás - El Espiritismo
- FALSO PROFETA - Que representa a toda aquella iglesia que predica el Evangelio a medias, predica algunas verdades y algunos errores.
Veamos ahora en forma paralela cómo se manifiestan los espíritus inmundos y cómo se manifiesta el Espíritu Santo de Dios y notaremos una gran diferencia. Leamos Lucas 9:42. Declara el evangelio que el demonio derribó al muchacho, o sea, lo tumbó al piso; y luego lo despedazó, o como dicen otras versiones -lo sacudió con violencia-. Esa es la obra de los demonios, tumbar a las personas y estremecer sus cuerpos. No hay en la Biblia un sólo pasaje que diga que el Espíritu Santo de Dios haya tumbado a alguien que lo recibió, El no obra de esa forma, ese es el método de los demonios. Ahora surge una interesante pregunta: ¿Caen al piso los cristianos de hoy que dicen estar recibiendo la promesa del Espíritu Santo de Dios? ¡Claro que sí! Si quiere asegurarse, vaya a esas concentraciones de supuestos reavivamientos y ahí verá a la gente cayendo al piso y revolcándose por el suelo y corriendo; y oirá a los predicadores decir que están llenos del Espíritu Santo de Dios, cuando lo que están haciendo es evidencia de que es otro espíritu, espíritus inmundos de los últimos días. Compare Lucas 9:42 con lo que se está manifestando hoy en las iglesias y verá que es el mismo espíritu.
Leamos ahora Lucas 4:41 para que veamos otra característica de la manifestación de los espíritus de demonios. En este pasaje encontramos el grito como parte de la obra de los espíritus inmundos. Le hago una pregunta: ¿Puede usted presentar un versículo de la Biblia donde diga que el Espíritu Santo de Dios se posesionó de alguien y lo puso a gritar? Realmente, no hay ni siquiera uno. Sin embargo, vaya a una concentración carismática y allí encontrará gritos y aullidos.
En Mateo 12:18. 19 se nos presenta la obra del Espíritu Santo de Dios, leámoslo. Ahí dice que cuando Dios derrama su Espíritu sobre sus siervos, ni gritan ni se ponen a hacer bullicios por las calles. Dios no se manifiesta en el alboroto, en cambio, los demonios si se manifiestan en el ruido. Leamos ahora 1 Reyes 19:9-13. En este relato la Biblia nos presenta la forma o el método que Dios utiliza para manifestarse. Note que el relato declara que cuando Jehová Dios pasaba se manifestó un poderoso viento que rompía los montes y quebraba las peñas, pero la Escritura Sagrada declara que Jehová no estaba en ese viento, o sea, ese ruido NO caracterizaba la manifestación de Dios, era la obra satánica para confundir a Elías, por eso Elías no salió. Luego vino un terremoto, pero Jehová no estaba en el terremoto. Tras el terremoto apareció un fuego abrasador, pero Jehová no estaba en el fuego. Note que el viento, el terremoto y el fuego son característicos del alboroto, del bullicio y del ruido, y la Escritura dice que Dios no se manifestó así. Esas tres cosas eran obra satánica para confundir a Elías. Pero el relato bíblico nos dice que finalmente apareció un silbo apacible y delicado, o sea, algo tranquilo y sereno, suave, había paz cuando el profeta Elías lo oyó, cubrió su rostro en señal de reverencia porque notó la presencia de Dios en ese silbo sereno. Así se manifiesta Dios.
Podemos visitar una iglesia Católica Carismática, una iglesia Evangélica, o un centro Espiritista, y vamos a encontrar que en los tres lugares el espíritu que se manifiesta es el mismo. La gente salta, corre, caen al piso, sacuden sus cuerpos, y gritan en forma idéntica. Esto nos lleva a preguntarnos: ¿Qué espíritu es el que se manifiesta de esa forma? Si comparamos estas manifestaciones con la obra de los espíritus inmundos en las Escrituras veremos que concuerdan perfectamente. Ese espíritu que se manifiesta en las iglesias hoy es un espíritu de confusión. No es capaz ni tiene el poder di arreglar las diferencias doctrinales que hay entre los diversos cuerpos religiosos que lo están recibiendo. Mujeres protestantes con pantallas en las orejas y cadenas en el cuello y con los labios pintados lo reciben de igual forma que mujeres evangélicas que condenan el uso de tales adornos. Católicos que rezan el Rosario, que adoran ídolos, que invocan a María y no a Cristo, y que hasta se emborrachan, lo están recibiendo de igual forma que los pentecostales que condenan tales prácticas.
Espiritistas que invocan a los muertos y que viven vidas perdidas, reciben el mismo espíritu y reaccionan al recibido de igual forma que los pentecostales. En realidad, están recibiendo el mismo espíritu. Esto que estamos viendo hoy es el cumplimiento de Apocalipsis 16:139 14. Los tres espíritus inmundos del Dragón - que representa el espiritismo, la Bestia - que representa al catolicismo; y el Falso Profeta - que representa a toda aquella iglesia que predica verdades mezcladas con errores. Esos espíritus inmundos están creando conformismo en los que los están recibiendo. Creen en doctrinas erróneas que la Biblia no apoya y sin embargo defienden hasta más no poder. Veamos cómo estos tres poderes religiosos sostienen doctrinas que los unen. Voy a mencionar sólo unas cuantas.
- Que el domingo es el día de reposo.
- La inmortalidad del alma.
- Que el estado del hombre al morir es el cielo o el infierno de fuego.
- Que Cristo limpió las carnes inmundas y que se puede comer de todo.
- Que los impíos arderán en el fuego por toda la eternidad.
- Que la ley de Dios no está en vigencia para los cristianos
Estas doctrinas y otras más son sostenidas por estos tres poderes religiosos.
Entre esas doctrinas, hay una que ha abierto las puertas a los espíritus inmundos; y es la doctrina de que Cristo limpió todos los animales inmundos y que ahora nosotros los cristianos podemos comer sus carnes. Cuando leemos en la Biblia, encontramos que el apóstol Pablo declara que nuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo y que debemos cuidarlo, y que si comemos o bebemos debemos hacerlo para gloria de Dios (véase 1 Corintios 3:16, 17; y 10:31). No todo lo que se come y no todo lo que se bebe glorifica a Dios. Si Dios ha prohibido las bebidas alcohólicas y algunas carnes llamadas inmundas por la Biblia, y a pesar de esta prohibición una persona persiste en comer de ellas y beber lo prohibido, el Espíritu Santo no podrá morar en su cuerpo, pues el Espíritu Santo no mora en cuerpos contaminados.
Leemos en Apocalipsis 18:2 que Babilonia es albergue de espíritus inmundos y animales inmundos. Hay una tremenda amistad y buena relación entre los espíritus de demonios y los animales inmundos, en este pasaje se los presenta juntos. Cualquier persona que coma animales inmundos está invitando a los espíritus a morar en su cuerpo, pues los cuerpos inmundos son la guarida de los espíritus inmundos. Recordemos el caso de los demonios de Gádara. ¿Qué nos dice el relato bíblico acerca de estos demonios? Cuando Jesús expulsó los demonios, le rogaron que los enviara a los cerdos (Léalo en Mateo 8:28-32). ¿Por qué los espíritus de demonios rogaron posesionarse de los cerdos? Porque lo inmundo busca lo inmundo. Los cuerpos inmundos son morada de espíritus inmundos, y el que come animales inmundos está invitando a esos espíritus que vengan a morar en su cuerpo y ahuyentar al Espíritu Santo porque el Espíritu Santo no mora en cuerpos inmundos.
La razón por la que católicos, protestantes y espiritistas están recibiendo el mismo espíritu se debo a que han rechazado la verdad sobre los alimentos inmundos y se comen los prohibidos que son guarida de espíritus inmundos. En 2 Tesalonicenses 2:11, 12 Pablo declara que cuando se rechaza la verdad Dios envía espíritus de error a fin de que sean condenados los que no creen en la verdad, antes so complacen en la mentira. Son muchas las verdades que las iglesias de hoy han rechazado, por lo cual, se han convertido en BABILONIA-Guarida de toda ave inmunda y de todo espíritu inmundo.
En el Nuevo Testamento encontramos muchas personas que recibieron el Espíritu Santo y que en ninguno de los casos cayeron al piso, ni se pusieron a brincar. Veamos por ejemplo el caso do nuestro modelo Jesucristo. Según Mateo 3:13-17 (Léalo) él recibió el Espíritu Santo al bautizarse; ni se cayó, ni gritó, ni empezó a brincar o danzar como hacen los cristianos modernos. Se mantuvo tranquilo. El Espíritu Santo vino sobre él para guiarlo en su ministerio, así lo declara el capitulo 4:1. Otro ejemplo claro que podemos citar es Hechos 2:1-14. Ahí se nos menciona el momento en que los ap6stoles recibieron el Espíritu Santo. ¿En qué parte de ese capítulo dice que los apóstoles cayeron brincando, danzando, gritando o corriendo eufóricos por el Espíritu que recibieron? En ninguna parte. Lo que empezaron a hacer fue a predicar. El Espíritu Santo los capacitó con el don de poder hablar en otras lenguas o idiomas porque allí había personas que no hablaban el idioma de los apóstoles y ellos debían predicarle a Cristo a esa gente, esto lo evidencia el versículo 6 del mismo capitulo, donde dice que cada uno le oía hablaren su propia lengua, o sea, no eran palabras raras o desconocidas pera los oyentes, no eran jeringozas, eras palabras reales del idioma de aquella gente.
Podemos leer todo el Nuevo Testamento e inclusive el Antiguo y no encontraremos una sola frase que indique que la llegada del Espíritu Santo a la persona la tire al suelo, o la ponga a danzar, o a gritar, o lo sacuda con violencia; no señores, El no actúa de esa forma, esa es la obra de los espíritus inmundos, no debemos ni nos conviene confundirla. Debemos tener una idea clara y basada en la Biblia respecto a la obra de ambos, no sea que por no saber cómo se manifiesta uno y otro estemos creyendo en el falso.
Recuerde que está profetizado en la Biblia el surgimiento de espíritus inmundos para los últimos días y que sólo podemos detectarlos con un "así dice Jehová", de lo contrario, nos pueden engañar. Si el espíritu que se manifiesta en mi iglesia y en la tuya no actúa como actuaba el Espíritu Santo en el Nuevo Testamento, debes dar por sentado que no es el Espíritu Santo, antes bien, un espíritu inmundo, el cual debes rechazar. Pablo nos amonesta en 1 de Corintios 14:32 que... "los espíritus de los profetas están sometidos a los profetas". Entre las cosas que se pueden comentar sobre este pasaje, podemos señalar que el apóstol Pablo estaba previniendo a la iglesia contra algún supuesto profeta que viniera inspirado por el Espíritu y que hablara diferente a lo que han dicho otros profetas. Se supone que si hablaban por el Espíritu Santo no podían contradecir lo que otros profetas hablan dicho anteriormente. Lo mismo podemos aplicar en nuestro días a los espíritus que se están manifestando en muchas iglesias; si no se manifiestan y actúan como la Biblia presenta que se manifestaba el Espíritu Santo es porque NO es el Espíritu Santo.
Es triste decirlo, pero la realidad de hoy son que el espíritu que se está manifestando en las iglesias Evangélicas, Protestantes, y Católicas, no se parece en nada al Espíritu Santo que encontramos en la Biblia. La obra y la forma en que se están manifestando los espíritus en las iglesias de hoy son idéntica a la de los espíritus inmundos en los días de Cristo.
Según la Biblia el propósito por el cual el Espíritu Santo habría de venir a la iglesia es:
- Para dar poder a la iglesia para testificar por Cristo (Hechos 1:8).
- Para convencer de pecado, justicia y juicio a los perdidos (S. Juan 16:7, 8).
- Para guiar a los perdidos a la verdad (S. Juan 16:13).
- Para acompañar a los cristianos y hablar por ellos al defender la verdad ante los magistrados de este mundo (Marcos 13:11).
- Las personas recibirían el Espíritu Santo al creer y bautizarse (Hechos 2:38, Ef. 1:13).
- El Espíritu Santo vendría a morar en la persona para que no ande conforme a las cosas de la carne (Rom. 8:9; Gálatas 5:16, 17).
- El Espíritu Santo vendría para interceder por nosotros al orar a Dios (Rom. 8:26,27).
- Produciría diversos dones en los individuos pero el más importante de ellos seda el de profetizar (1 Corintios 14:1).
- El Espíritu Santo sería dado a los que obedecen a Dios, no a los desobedientes (Hechos 5:32). Las iglesias de hoy están violando el cuarto de los diez mandamientos de Éxodo2O:3-17. (Véa los versículos del 8 al 11). Por lo tanto, Dios no puede darle su Espíritu Santo cuando abiertamente están en trasgresión. Lea Proverbios 28:9 y verá que "El que aparta su oído para no oír la ley su oración es abominable a Dios".
Hoy en día la mayor parte de lo: cristianos vive pensando y buscando experiencias emocionales y olvidando lo que Dios, en su sabiduría, nos dejara escrito. Lo que Jesús le dijo a los saduceos de sus días cobra una importancia especial para nosotros que estamos al borde de la eternidad, leámoslo en Mateo 22:29 "Estáis en un error por no saber las Escrituras ni el poder de Dios". Cuando uno cree en cosas que no puede apoyar por la Palabra de Dios está en peligro mortal. Y una de esas cosas que están creyendo muchos cristianos y que no está apoyada por la Palabra de Dios es la de ese espíritu que se está manifestando mayormente dentro del mundo evangélico. Yo invito a cualquier ministro o cristiano que me prueba con la Biblia que esa forma en que se manifiesta ese espíritu entre ellos corresponde al Espíritu Santo. Amigo, el Espíritu Santo se recibe al ser bautizado, morimos al mundo y el Espíritu Santo llega al individuo a dirigido en la vida cristiana y asemejado a Cristo, a corregir sus defectos y a realizar la santificación en su vida (2Tes. 2:13). En 1 San Juan 4:1 si nos amonesta a "no creer a todo espíritu, sino a probar los espíritus si son de Dios".
Yo le aconsejo que se siente a estudiar con esto en mano cada uno de los versículos de la Biblia citados. Luego, compare lo que usted ha visto manifestarse en su Iglesia. Definitivamente llegará conmigo a la conclusión de que lo que se manifiesta hoy en las Iglesias es obra de los espíritus inmundos y no del Espíritu Santo. A esta conclusión llegará al ver que como saltan, danzan, gritan y caen al suelo los cristianos es lo mismo que realizaban los espíritus inmundos en los días de Cristo.