La historia de de la Redención
Rubén Román, Naguabo, Puerto Rico
Cuando Jesús caminaba
por aquellos caminos polvorientos,
a cada paso encontraba
pobres moribundos hambrientos.
De su pan él proporcionaba
y a su espíritu daba aliento,
de au amor Jesús le brindaba
dándole paz y gozo al sediento.
Esa era su misión
de llevarle libertad,
con amor y devoción
y decirles la verdad.
Que en él sólo hay salvación
para todo el que obedece,
siendo fiel a su firme decisión
dando fruto como árbol que florece.
Algunos de él se mofaban
con instinto de agresión,
y cuando lo rechazaban
a él no le faltó el valor.
Marchaba con indulgencia
teniendo gran compasión,
oraba pidiendo clemencia
por aquella malvada congregación.
Jesús siguió su tarea
de llevar el evangelio,
por ciudades y cada aldea
de paz y de consuelo.
Cristo siempre se mantuvo
con su padre en comunión,
el escrito está retuvo,
para darnos salvación.
Cristo siempre se mantuvo
con su padre en comunión,
el "escrito está" retuvo,
para darnos salvación.
Del ministerio de Jesús
la cruz fue culminación,
al apoyar su brillante luz
por tres días de retención.
Pero él se levantó glorioso
la tumba no lo soportó,
de su iglesia será el esposo
pues él nos lo prometió.
El Cristo glorificado
en cielo lo tenemos,
él es nuestro abogado
muy pronto ya le veremos.
También será el supremo juez
para darnos el veredicto,
ojalá todos estemos esta vez
en el gran grupo bendito.
Allí entenderemos su justicia
del gran Dios soberano,
estaremos con la primicia
junto a los demás hermanos.
Brincaremos como becerro de la manada
dice el gran profeta Malaquías,
que todos reiremos a carcajadas
loando a nuestro Dios noche y día.
Cara a cara tal como es le veremos
y con inmensa infalible alegría,
por siglos de siglos le adoraremos,
quien nos libró del pecado y su agonía.