Escudriñad las Escrituras, porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna, y ellas son las que dan testimonio de mí; Juan 5:39

¿Quién escribió las dos tablas de piedra?

{ Suministrado por Ernesto Eli Redondo }

Esas tablas de piedra estaban escritas con el mismo dedo de Dios. Y el arca del pacto, que también se le llama el arca del testimonio, porque lo que estaba colocado dentro, eran las tablas del testimonio.

En Éxodo 32:15 dice :"y volvió Moisés y descendió del monte trayendo en su mano las dos tablas del testimonio, las tablas escritas por ambos lados, de uno y otro lado estaban escritas. Las tablas eran obra de Dios y la escritura era escritura de Dios grabada sobre las tablas".

Y en el capítulo 30:6 se nos dice,"y pondrás el arca delante del velo que está junto al arca del testimonio, delante del propiciatorio que está sobre el testimonio, donde me encontraré contigo". Al Arca se le llama el Arca del testimonio, porque tenía las tablas del testimonio.

La palabra hebrea testimonio, es berit, y berit quiere decir testigo, evidencia, demostración o prueba, pacto. Las tablas del pacto, las tablas de la demostración o de la evidencia. Así que los diez mandamientos son un testimonio de la autoridad de Dios. Son la prueba, la evidencia del gran Creador de que Él es el único Dios verdadero, que debe ser adorado.

Esas tablas, están puestas dentro del arca. En el corazón mismo del santuario, estaba el Lugar Santísimo. Y en el corazón del Lugar Santísimo el arca del testimonio. Y dentro del corazón del arca del testimonio, la ley de Dios.

En el Salmo 40:8 nos dice el Señor Jesús, "el hacer tu voluntad Dios mío me ha agradado y tu ley está en medio de mi corazón." ¡Qué lugar más seguro para colocar la ley de Dios! En el corazón de Cristo. El hacer tu voluntad Dios mío me ha agradado y tu ley está en medio de mi corazón. Ese es el arca de seguridad. El arca del pacto y del testimonio es el corazón de Cristo. Dios no podría haber escogido un lugar más seguro para guardar el testimonio, que el corazón mismo de Cristo. Él sabía que Su ley estaría segura allí. Él sabía que Su ley en ese corazón, no sería puesta a un lado. Que Su ley no sería traicionada. Que nunca sería olvidada ni transgredida. Nunca sería mal representada. En el corazón de Cristo esa ley estaría segura. No hay otro lugar donde esa ley pueda estar más segura que en el corazón de Cristo.

¿Y saben hermanos? Cuando uno acepta a Cristo, Cristo viene a morar en nuestro corazón. Pero como Él trae en su corazón Su santa ley, yo no puedo aceptar a Cristo y rechazar Su ley. Porque rechazar la ley de Cristo, es rechazar a Jesús. La ley está en el medio del corazón de Jesús. Así como rechazar la ley era rechazar a Dios, porque Él se manifestaba encima de la ley, el que rechazaba la ley de Dios, estaba rechazando a Dios. El que le daba la espalda a la ley, le estaba dando la espalda a Dios.

¿Se acuerdan en Ezequiel, la visión que vio Ezequiel en el capítulo 8 de los varones que dando la espalda al arca del pacto adoraban al sol? Cuando uno da la espalda a la ley de Dios le está dando la espalda a Dios. Y cae en la idolatría del falso día de descanso. El domingo es símbolo de la apostasía y el haberle dado la espalda a la ley de Dios. Por eso en Israel todos miraban hacia la ley. Las oraciones eran mirando hacia el Lugar Santo. Daniel oraba mirando hacia el lugar del santuario. Porque allá estaba la ley santa de Dios. Y nosotros cuando oramos debemos orar poniendo nuestra vista en Cristo, que está en el Lugar Santísimo de Dios, y en Su santa ley que está dentro del arca del pacto. Rechazar la ley es rechazar a Cristo. Porque cuando Él viene en el corazón del ser humano, a vivir en nosotros, Él trae consigo Su ley. Yo no le puedo decir, como dicen algunos así llamados cristianos, yo acepto a Cristo pero no quiero saber nada con la ley. Yo acepto a Jesús pero no la ley. Eso es para los judíos. Los cristianos solo aceptamos a Cristo.

algunas preguntas quqe hacesmos son:

  • ¿Cómo puedes aceptar a Cristo si no aceptas Su ley? Si cuando Él viene a morar en el corazón, Él trae Su ley en Su corazón, y lo implanta en nuestro corazón. Por eso Él dice, ¡cuánto amo yo tu ley! Todo el día es ella mi meditación. El hacer tu voluntad Dios mío me ha agradado y tu ley está en medio de mi corazón. La ley es lo más cercano al corazón de Dios. Y por eso todo verdadero cristiano se deleitará en tener esa ley escrita en su propio corazón. Son las tablas del testimonio escritas con el dedo de Dios.
  • ¿Quién escribió la ley sobre tablas de piedra?
  • ¿Con qué fueron escritas?
  • ¿Y qué es el dedo de Dios?
  • ¿Quién fue que vio la ley sobre el monte Sinaí?
  • ¿De quién fue la voz que se escuchó diciendo no tendrás dioses ajenos delante de Mi?
  • ¿De quién fue?

El ángel del pacto. Así se le llama a Cristo, porque Él fue el que dio el pacto. Si ustedes comparan algunos versículos, notarán que el que habló a Moisés en la sarza ardiente es el mismo que habló al pueblo de Israel sobre el monte Sinaí. Esa sarza, la sarza que ardía y no se quemaba, era una sarza de acacia. Y el arca estaba hecha de madera de acacia. En Éxodo 3:2,"y se le apareció el Ángel de Jehová en una sarza de fuego, en medio de la sarza, en la llama de fuego. Y él miró y vio que la sarza ardía en fuego y la sarza no se consumía. Y dijo Moisés, iré yo ahora y veré esta grande visión por que causa la sarza no se quema. Y viendo Jehová que él iba a verlo, llamó Dios desde el medio de la sarza y le dijo, Moisés, Moisés. Y él respondió, heme aquí. Y le dijo, no te acerques, quita tu calzado de tus pies porque el lugar en que tú estás es tierra santa. Y le dijo el Ángel de Jehová, que estaba en la sarza, Yo soy el Dios de tu padre. Dios de Abrahám, Dios de Isaac, Dios de Jacob. Entonces Moisés cubrió su rostro, porque tuvo miedo de mirar a Dios."

Moisés le preguntó a Dios. Cuando él le dijo que lo había llamado para redimir a Su pueblo. Si el pueblo de Israel me pregunta: ¿Qué Dios te envió? ¿Qué les diré yo? Versículo 13,"dijo Moisés a Dios, he aquí que yo llego a los hijos de Israel y les digo, el Dios de vuestros padres me ha enviado a vosotros. Si ellos me preguntaren cuál es Su nombre, ¿qué les responderé? Y respondió Dios a Moisés, Yo Soy el que Soy. Y dijo, así dirás a los hijos de Israel, Yo Soy me envió a vosotros."

¿Quién era el que hablaba en la sarza? El Ángel de Jehová y le dijo, Yo Soy el que Soy. Diles Yo Soy me envió a vosotros. Y le dijo además Dios a Moisés, versículo 15, "así dirás a los hijos de Israel, Jehová el Dios de vuestros padres, el Dios de Abraham, Dios de Isaac, Dios de Jacob, me ha enviado a vosotros. Este es Mi nombre para siempre. Este es Mi memorial por todos los siglos." El que le habló dice aquí que era el Ángel de Jehová. Y le dijo, Yo Soy el que Soy. Y luego le dijo mi nombre es Jehová.

Pero resulta, que Dios Padre le dijo a Moisés en Exo. 23:20,"he aquí Yo envío Mi Ángel delante de ti, para que te guarde en el camino y te introduzca en el lugar donde Yo te he preparado. Guárdate delante de Él, oye Su voz y no le seas rebelde, porque Él no perdonará vuestra rebelión, porque Mi nombre está en Él." ¿Y cuál es el nombre de Dios? ¿Cuál es el nombre con el cual se le conocerá por todas las generaciones? Yo Soy Jehová.Y ahora, dice que el Ángel también lleva el nombre de Dios. Jehová, el mismo Dios. Busquemos ahora en el libro de Hechos 7:30, "pasados 40 años, el Ángel se le apareció en el desierto del monte Sinaí, en la llama de fuego en una sarza. Entonces Moisés mirando se maravilló de la visión, y acercándose para observar vino a él la voz del Señor."

¿La voz de quién? Del Señor. Y le dijo, Yo soy el Dios de tus padres, el Dios de Abraham, el Dios de Isaac, el Dios de Jacob, y Moisés temblando no se atrevía a mirar. Y le dijo el Señor, quita el calzado de tus pies, porque el lugar donde estás tierra santa es. He visto la aflicción de mi pueblo que está en Egipto y he oído su gemido y he descendido para librarlo. Ahora pues, ven y te enviaré a Egipto. Al oir esto Moisés, a quien habían rechazado diciendo ¿quién te ha puesto por gobernante y juez? A este lo envió Dios como gobernante y libertador, ¿por mano de quién? Del Ángel que se le apareció en la sarza. Y luego en el versículo 38 dice, "este es aquel Moisés que estuvo en la congregación en el desierto con el Ángel que le hablaba en el monte Sinaí." ¿Quién era el que hablaba en el monte Sinaí hermanos? ¿Qué dice allí? El Ángel que hablaba en el monte Sinaí.

El Ángel que le habló en la zarza es el mismo Ángel que descendió sobre el monte Sinaí. Es el mismo Cristo. Ahora yo pregunto, ¿quién escribió con su dedo las tablas de la ley sobre el monte Sinaí y se las dio a Moisés? ¿Quién bajó sobre el monte Sinaí y habló? Cristo. El Ángel del pacto. Por eso en la Biblia se le llama el Ángel del pacto. Sobre el monte Sinaí descendió Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo. Los tres bajaron sobre el monte Sinaí. Ya vimos a Dios Padre y a Dios Hijo.

Si no están convencidos lean otra vez Exo. 23:20, porque Dios lo llamó desde la nube y Moisés subió. Exo. 23:20, y dice que Dios le dijo, "he aquí yo envío mi Ángel delante de ti para que te guarde en el camino. No le seas rebelde porque no perdonará vuestra rebelión porque mi nombre está en Él. Versículo 23, porque mi Ángel irá delante de ti." ¿Quién es el que está hablando? Obviamente el que está hablando no es el mismo Ángel, porque está diciendo, yo envío a mi Ángel delante de ti. Así que el que está hablando sobre el monte Sinaí con Moisés es el Padre. Porque Él dice yo envío a mi Ángel. Pero les voy a hacer ahora un descubrimiento tremendo. ¿Están listos? Se van a sorprender. ¿Sabían ustedes que el que escribió la ley sobre las tablas de piedra no fue Dios el Padre, ni tampoco fue Dios el Hijo? ¿Sabían ustedes que el que grabó las letras de piedra fue el Espíritu Santo?

¿Quieren verlo? Con un así está escrito. Éxodo 31:18, "Y dio a Moisés cuando terminó de hablar con él en el monte Sinaí, dos tablas de piedra, las tablas del testimonio escritas Con el dedo de Dios. Ahí dice que fue el Espíritu Santo que lo escribió. Leanlo bien. ¿O no lo ven? ¿Qué dice? Léanlo otra vez. ¿O están ciegos? Dio a Moisés, cuando acabó de hablar con él en el monte Sinaí, dos tablas del testimonio, tablas de piedra, escritas ¿con que? Con el dedo de Dios. ¿No ven ustedes al Espíritu Santo ahí? ¿Cuál es el Espíritu Santo?

La Biblia es su propio intérprete.

Vamos a buscarlo en el Nuevo Testamento. Porque el Antiguo se explica en el Nuevo. Vamos a ver dos pasajes. Y esos dos pasajes vamos a abrirlos y vamos a irlos comparando. Veamos Mateo 12:22 en adelante y Lucas 11:14 en adelante.

Vamos a comenzar a leer y estén listos para el descubrimiento, porque la Biblia es un tesoro escondido, pero hay que cavar profundo para sacar la verdad escondida. Vamos a ver al Espíritu Santo en el monte Sinaí. Mat. 12:22. "Entonces fue traído a Él un endemoniado ciego y mudo. Y Él lo sanó, de tal manera que el ciego veía y hablaba. Y toda la gente estaba atónita y decía, ¿será este el Hijo de David? Mas los fariseos al oirlo decían: este no echa fuera los demonios sino por Belsebú, príncipe de los demonios."

Ahora a Lucas 11:14. "Estaba Jesús echando fuera un demonio que era mudo. Y aconteció que salido el demonio el mudo habló y la gente se maravilló. Pero algunos de ellos decían, por Belsebú príncipe de los demonios echa fuera a los demonios. Otros para tentarle le pedían señal del cielo. Mas Él conociendo los pensamientos de ellos les dijo, todo reino dividido contra sí mismo es asolado. Y una casa dividida contra sí misma cae. Si también Satanás está dividido contra sí mismo, ¿cómo permanecerá su reino, ya que decís que por Belsebú echo fuera los demonios?

Vuelvan a Mateo ahora. Versículo 25: "Sabiendo Jesús los pensamientos de ellos les dijo, todo reino dividido contra sí mismo es asolado. Y toda casa o ciudad dividida contra sí misma no permanecerá. Y si Satanás echa fuera Satanás, contra sí mismo está dividido. ¿Cómo pues permanecerá su reino? Y si Yo echo fuera los demonios por Belsebú, ¿por quién los echan vuestros hijos? Por tanto, ellos serán vuestros jueces". Vayan ahora a Lucas, versículo 19. "Pues si Yo echo fuera los demonios por Belsebú, ¿vuestros hijos por quién los echan? Por tanto ellos serán vuestros jueces".

¿Estamos leyendo lo mismo? ¿Si o no? Exactamente la misma historia en Mateo y en Lucas.

Ahora viene el versículo clave. El versículo 20. Hemos llegado exactamente a la misma palabra en las dos historias. En Mateo termina en jueces, y en Lucas termina en la palabra jueces. Ahora la próxima frase es la que me interesa. Versículo 20: Mas si por el dedo de Dios echo yo fuera los demonios, ciertamente el reino de Dios ha llegado a vosotros.

Ahora lean lo que dice Mateo. Versículo 28. Pero si Yo por el Espíritu de Dios echo fuera los demonios, ciertamente ha llegado a vosotros el reino de Dios.

¿Qué cosa es el dedo de Dios hermanos? ¿Lo vieron? Tremendo, ¿verdad? Lucas lo registró diciendo, mas si Yo por el dedo de Dios echo fuera a los demonios, el reino de los cielos ha llegado a vosotros.

Y Mateo lo registró, mas si Yo por el Espíritu de Dios echo fuera a los demonios, el reino de los cielos ha llegado a vosotros.

Quiere decir que el dedo de Dios y el Espíritu de Dios son sinónimos. Es la misma cosa. Ahora si usted va a Éxodo 31 lo ve clarito, ¿o no? Ahora si lo ve. Y dio a Moisés cuando terminó de hablar con él, dos tablas del testimonio, tablas de piedra escritas por el dedo de Dios. ¿Y qué es el dedo de Dios? ¡Que tremendo hermano! El Espíritu Santo es el que grabó las tablas de la ley. El Padre descendió en Su gloria en medio del fuego. El Hijo habló la ley. Y el Espíritu Santo la escribió.

Pero hermano, ahí no termina todo. ¿Saben que la obra del Espíritu Santo sigue siendo la misma hoy en día? En el pacto antiguo, la ley se escribió en tablas de piedra. Pero en el nuevo pacto, la ley se escribe en tablas de carne en el corazón. Y se guarda en el lugar del templo de Dios, que somos nosotros, nuestro cuerpo. En el lugar santísimo, que es la mente. Vamos a leerlo. 2 Cor. 3:3, "Heb. 10:15-16, siendo manifiesto que sois carta de Cristo expedida por nosotros, escrita no con tinta, sino con el Espíritu del Dios vivo. ¿Quién es el que escribe? El Espíritu del Dios vivo. No en tablas de piedra, sino en tablas de carne, del corazón.

Y tal confianza tenemos mediante Cristo para con Dios, no que seamos competentes para por nosotros mismos hacer algo o pensar algo, sino que nuestra competencia proviene de Dios, el cual a sí mismo nos hizo ministros competentes del nuevo pacto. No de la letra sino del Espíritu. Porque la letra mata mas el Espíritu vivifica. Y si el ministerio de muerte grabados con letras en piedra fue con gloria, tanto que los hijos de Israel no pudieron fijar la vista en el rostro de Moisés, a causa de la gloria de su rostro, el cual había de perecer, como no será mas bien con gloria el ministerio del Espíritu?

¿Cuál es la obra del Espíritu Santo hermanos? Grabar la ley, escribirla en las tablas de carne del corazón. Ese es el nuevo pacto hermanos. Heb. 10:15-16, y nos atestigua lo mismo.

¿Qué quiere decir pacto? Testimonio. Lo que da un testimonio. Eso es atestiguar. Nos atestigua lo mismo. ¿Quién? ¿Quién hermanos?
El Espíritu Santo, porque dice, este es el pacto que haré con ellos después de aquellos días dice el Señor, pondré mis leyes en sus corazones, en sus mentes las escribiré. ¿Cuál es la obra del Espíritu Santo hermanos? Grabar en tablas de carne, en el corazón, en nuestra mente, la santa ley de Dios. En este santuario es guardada la ley. Nuestro cuerpo.

  • ¿No sabíais que érais templo de Dios y que el Espíritu de Dios mora en vosotros? Si alguno destruye el templo de Dios, el cual es su cuerpo, Dios lo destruirá a él. Porque el templo de Dios, el cual sóis vosotros, santo es.
  • ¿Y por qué es santo el templo de Dios? Porque está la ley de Dios dentro de él otra vez.
  • Así como el santuario era santo, porque tenía la ley de Dios, el templo que somos nosotros es santo, porque el Espíritu Santo escribe la ley en nuestro corazón hermanos.
  • ¿No son estas verdades maravillosas? ¿No es preciosos conocer el lugar de la ley en el plan de salvación? En el nuevo pacto.

    Y que no me vengan ahora los cristianos profesos, que odian la ley, a decir, ah la ley es del viejo pacto. La ley es del pacto que fue abolido. Hermanos, el nuevo pacto es más glorioso que el viejo pacto. Y durará para siempre. Y en ese pacto dice aquí la Palabra de Dios, y no en el Antiguo Testamento, sino en el Nuevo Testamento, este es el pacto que haré con ellos dice el Espíritu Santo, grabaré la ley en su corazón y sobre su mente la escribiré. La misma ley de Dios se graba por el Espíritu Santo en nuestra vida. Por eso el sellamiento tiene que ver con sellar la ley. En este tiempo del juicio. Porque hermanos, el atrio, la corte del templo representaba la obra de Cristo en esta tierra. El Lugar Santo representa la obra de Cristo en el santuario celestial, desde Su ascensión ¿hasta cuando? Díganlo por favor.

    Hasta 1844 según la profecía de Daniel 8:14. Y desde 1844 en adelante, la obra de Cristo es en el Lugar Santísimo, como Sumo Sacerdote. Así como el Sumo Sacerdote entraba en el Lugar Santísimo una vez al año en la última parte del año. Y vamos a estudiar más adelante, las fiestas que tienen que ver con el santuario. Había siete fiestas. Las primeras cuatro tenían que ver con la primera venida de Cristo a esta tierra, su muerte, su resurrección y su ascensión al cielo.

    Las tres últimas fiestas tenían que ver con su segunda venida. El Día de la Expiación, el Juicio y la venida de Cristo en gloria. Y hermanos, la atención del pueblo de Dios en este día del juicio, el día antitípico del juicio, debe ser dirigida a la ley de Dios. Así como todos los hijos de Israel esperaban al Sumo Sacerdote cuando hacía su obra en el Lugar Santísimo, y por la fe, aunque no lo podían ver, lo seguían mientras entraba en el Lugar Santísimo, donde estaba la santa ley de Dios. Así el pueblo del juicio, el pueblo que habría de vivir durante el gran día antitípico del juicio, por la fe debe ver a Cristo entrando y ministrando en el Lugar Santísimo del santuario celestial, donde está la santa ley de Dios. Por eso el pueblo del juicio es llamado a predicar y a proclamar y a vivir la ley de Dios. Y por eso en la obra del sellamiento que tiene que ver con el día del juicio, lo que se sella en el corazón de los discípulos es la ley de Dios.

    Isaías 8:16, "ata el testimonio, sella la ley entre mis discípulos. ¿Qué es lo que se sella? La ley. La ley de Dios tiene que ser sellada. ¿Y quién la sella? ¿Quién la escribe? Vamos a leerlo en el libro de Efe. 1:13, "en él estáis también vosotros habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa .

    ¿Quién es el que hace la obra del sellamiento escribiendo y sellando la ley en el corazón de sus discípulos? El Espíritu Santo. Efe. 4:30, no contristéis al Espíritu Santo de Dios con el cual fuisteis ¿qué? Sellados, para el día de la redención. Hermanos, el sellamiento tiene que ver con la obra del Espíritu Santo escribiendo Su santa ley en nuestros corazones. Por eso el pueblo del juicio, el pueblo que ha entrado por la fe en el Lugar Santísimo, recibe la obra del Espíritu Santo en su vida de grabar la ley en su corazón.

    ¿Y saben cómo son sellados el pueblo de Dios? ¿Qué es lo que los identifica? ¿Cuál es el sello de Dios? ¿Cuál es hermanos? La obediencia plena a todos los mandatos Dios. Hay un texto que a mi me gusta mucho. Está en 2 Tim. 2:19 encontramos que: Pero el fundamento de Dios está firme, teniendo este sello: Conoce el Señor á los que son suyos; y: Apártese de iniquidad todo aquel que invoca el nombre de Cristo. ¿Cuál es el sello hermanos? Apártese de iniquidad todo el que invoca el nombre de Cristo. El apartarse de iniquidad, el cumplir la santa ley de Dios, porque el pecado y la iniquidad es ¿qué cosa? Transgresión de la ley. Pero el que tiene el Espíritu Santo en su vida, el que es sellado con el sello para la redención del Espíritu Santo, se aparta de iniquidad. El Espíritu Santo sella la ley en nuestra vida y nos lleva a la santidad.

    Y el Sábado es el medio de santificación que Dios usa. Eze. 20:12, "y les di también mis Sábados para que fuesen por señal entre Mí y ellos, para que supiesen que yo soy Jehová que los santifico." Apártese de iniquidad todo el que tenga el sello de Dios.

    Que hermoso, ¿verdad? La obra del Espíritu Santo en el santuario, en este gran día del juicio. Escribir la ley de Dios en nuestros corazones. El sello de Dios representa un asentamiento y una afirmación en la verdad de Dios. De tal modo que no seremos removidos. Un convencimiento pleno de la vigencia de la ley de Dios y de la posibilidad y el deber de guardar esa ley por el poder del Espíritu Santo para vivir una vida santa. Ay de aquellos que niegan el poder del Espíritu Santo en su vida para sellarlo. Ay de aquellos que dicen que la ley de Dios no se puede guardar. Ay de aquellos que dicen que es imposible para el hombre guardar la ley de Dios. Nunca recibirán el sello de Dios en sus vidas. Porque la obra del Espíritu Santo es señalarnos el pecado, y ¿cómo se conoce el pecado? Yo no conocería el pecado si no fuese por la ley.

    El Espíritu Santo me señala el pecado y me muestra la justicia posible a través del poder de Cristo para vivir una vida santificada. Él sella la ley entre sus discípulos. Todo el que quiera recibir el sello de Dios entienda cual es el fundamento de Dios está firme y nadie lo mueve. ¿Y cuál es ese fundamento? El Señor conoce a los que le son suyos. Apártese de iniquidad todo el que invoca el nombre de Cristo. Su ley es santa, Su ley es justa, Su ley es buena, Su ley es perfecta, que transforma el alma. El testimonio de Dios es simple, que hace sabio al sencillo. La Palabra de Dios y Su santa ley han de morar en el corazón del redimido, mediante Cristo. Porque como dijimos, Cristo viene a morar en el corazón, y cuando Él entra en mi vida, ¿qué trae Jesús en Su corazón? El hacer tu voluntad Dios mío me ha agradado, y Tu ley está en medio de Mi corazón. Ese texto, de Salmo 40, noten ustedes el contexto de ese Salmo. Salmo 40:8 dice, "el hacer Tu voluntad Dios mío me ha agradado y Tu ley está en medio de Mi corazón.

    ¿Pero quién es el que está hablando aquí? ¿El salmista David? Lean el contexto. Hebreo 10: 6 en el Nuevo Testamento, pero Hebreos estaba citando Salmo 40. Miren lo que dice, versículo 6 -8,Sacrificio y presente no te agrada; Has abierto mis oídos; Holocausto y expiación no has demandado. Entonces dije: He aquí, vengo; En el envoltorio del libro está escrito de mí: El hacer tu voluntad, Dios mío, hame agradado; Y tu ley está en medio de mis entrañas. ¿De quién está hablando hermanos? De Cristo. Véanlo ahora en el Nuevo Testamento aplicado al Señor Jesús. Heb. 10:5, Por lo cual, entrando en el mundo, dice: sacrificio y presente no quisiste; Mas me apropiaste cuerpo:Holocaustos y expiaciones por el pecado no te agradaron.Entonces dije: Heme aquí (En la cabecera del libro está escrito de mí) Para que haga, oh Dios, tu voluntad.

    Si tu has aceptado a Cristo, has aceptado Su ley. Y has aceptado la obra del Espíritu Santo, porque Cristo mora en el corazón regenerado a través de su Espíritu. Y el Espíritu escribe y sella la ley entre sus discípulos. Que Él pueda sellar tu vida también hoy, mediante el Espíritu Santo, para llevarte a una plena obediencia, por amor de Cristo, a respetar Su ley. A santificar Su ley en sus corazones. A solemnizar esa ley, para que quede sellada para siempre en nosotros. Para redención y para vida eterna. Que Dios te bendiga.