... Por tanto, vayan y hagan discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles a obedecer todo lo que les he mandado a ustedes. Mateo 28:19,20

¿Qué clase de cuerpo tenía Cristo cuando resucitó?

{ por Miguel Cabán }

Hace algún tiempo se encontraron los huesos de Buda, según se dice y miles de sus devotos desfilaron por la calle para rendirles homenaje cuando eran llevados a una ciudad sagrada de la India.

Un misionero que se encontraba en la multitud, al ver a ésta postrarse, decía a un amigo: "Si se pudiera encontrar un hueso de Jesús el Cristianismo se despedazaría".

¡Cuán cierto es todo esto! Buda está muerto, Confucio ha muerto, Mahoma está muerto; pero Cristo vive para siempre y tiene las llaves de la muerte y de la tumba.

San Pablo declara que Cristo "resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras...Y si Cristo no resucitó vuestra fe es vana; aún estáis en vuestros pecados" (1 Corintios 15:4,17).

La doctrina de la resurrección corporal de nuestro Señor Jesucristo es rechazada por los seguidores de C. T. Russell que asumen para sí el nombre de "testigos de Jehová".

Al respecto ellos declaran: "No tan sólo fue necesario que el Hombre Cristo Jesús muriera, sino que jamás viviera de nuevo; fue necesario que permaneciera muerto...muerto por toda la eternidad."

Alegan los testigos de Jehová que Cristo, después de su resurrección, no tenía el mismo cuerpo humano en vista de que María Magdalena no le reconoce (San Juan 20:14,16. ¿Y por qué no le reconoció?

  1. No le reconoce porque era temprano en la mañana y todavía estaba oscuro (San Juan 20:1).
  2. Lo confundió con el hortelano debido a la oscuridad (verso 15).

En cierta ocasión, nuestro Señor Jesucristo estaba en el mar de Tiberias y sus discípulos no lo reconocieron (San Juan 21:4). Para los testigos de Jehová esto significa que "después de su resurrección, no siempre se apareció en el mismo cuerpo de carne."

Pero no podemos ignorar el contexto de este pasaje, pues un texto fuera de contexto es un pretexto.

  1. Arnulfo Espinosa, Ilustraciones Selectas (México, D.f.: Casa Unida de Publicaciones, 1953), pág. 173
  2. Carlos T. Russell, Estudios de las Escrituras (E.U. Watchtower Bible and Tract Society) vol. V, p. 454. texto. Note usted, amigo lector, que cuando los discípulos "no discernieron que era Jesús", ellos estaban por lo menos a una distancia de "doscientos codos" ("noventa metros" T.N.M.) de retirados.

Así que estando a esa distancia y habiendo poca luz, pues "estaba amaneciendo" (San Juan 21:4,8) no es de maravillarse de que no le pudieran reconocer. Ahora cabe preguntar ¿dice este texto (San Juan 21:4) que Jesús era diferente y que después de su resurrección no se apareció con el mismo cuerpo de carne? ¡De ninguna manera!

En San Lucas 24:13,15 se nos dice que dos discípulos iban en camino "a una aldea que estaba de Jerusalém sesenta estadios, (7 millas, N.M.) llamada Emmaús. Y aconteció que yendo hablando entre sí, y preguntándose el uno al otro, el mismo Jesús se llegó, e iba con ellos juntamente."

Para los testigos de Jehová el hecho de que los discípulos no reconocieron al Maestro significa que El estaba con un cuerpo diferente que había materializado.

Un estudio detenido de este pasaje, con su contexto, revela por qué no fue reconocido. Dice el verso 16 que los ojos de los discípulos "estaban embargados, para que no le conociesen." ¿Y cuándo los discípulos le reconocieron? El verso 31 responde: cuando "fueron abiertos los ojos de ellos." ¡Cristo fue resucitado con un cuerpo de carne y huesos!

Para probar que Cristo era un espíritu, a veces, los testigos de Jehová dicen que Cristo se desapareció ante los ojos de sus discípulos (San Lucas 24:31).

Ahora preguntamos ¿qué cuerpo tenía Felipe cuando desapareció del etíope después de bautizarlo? Un cuerpo humano de carne y hueso. No era un espíritu, sin embargo, desapareció de la vista del Etíope (Hechos 8:39).

Los testigos de Jehová razonan así: "Pero ¿cómo le fue posible en aquella ocasión aparecer repentinamente en medio de ellos aunque las puertas estaban cerradas con llave? (Juan 20:26,27.) En dichas ocasiones, Jesús evidentemente materializó cuerpos..."

Esta declaración de los testigos de Jehová es un disparate y queda contestada muy bien por Donald Cámeron:

"Cuando los Testigos de Jehová nos preguntan cómo entró Cristo en la sala cerrada, contestamos con otras preguntas: '¿Cómo resucitó Jesús a Lázaro? ¿Cómo aquietó el mar y el viento? ¿Cómo sanó a los enfermos?' Cuando nos contesten cómo lo hizo, nosotros les diremos cómo entró Jesús en la sala cerrada. Pero los Testigos nunca contestan estas preguntas. Prefieren cambiar de tema. ¿Qué es más fácil para Dios, entrar en una sala cerrada o levantar a un muerto? Nada hay imposible para Dios. (Lucas 1:37)"

Otro texto citado por los testigos de Jehová lo encontramos en 1 Corintios 15:44: "Se siembra cuerpo animal, resucitará cuerpo espiritual. Hay cuerpo animal, y hay cuerpo espiritual."

Esta traducción es defectuosa. La palabra cuerpo animal, en el original griego quiere decir sencillamente cuerpo natural y así está traducido en la Biblia de Jerusalén y en otras versiones más críticas. ¿Cuál es el cuerpo natural? Es el cuerpo sujeto a las limitaciones de la existencia temporal, tales como el dolor, la enfermedad, la fatiga, el hambre, la muerte. Este cuerpo es colocado en la tumba cuando termina nuestra vida mortal, pero el cuerpo espiritual que se recibirá en ocasión de la resurrección (1 Corintios 15:53-58) estará libre de todas las señales del pecado. De manera que no es un contraste entre un cuerpo físico y un cuerpo etéreo o espiritual, sino entre dos tipos de cuerpos materiales, uno incorruptible e inmortal y otro corruptible y mortal.

Los escritores de la Watchtower Society citan a 1 Pedro 3:18 para probar que Cristo no se levantó de los muertos con su propio cuerpo. "Siendo a la verdad muerto en la carne, pero vivificado en espíritu" (1 Pedro 3:18).

¿Qué quiere decir el gran apóstol San Pedro cuando afirma que Cristo fue "muerto en la carne, pero vivificado en espíritu? Que su naturaleza humana murió (su cuerpo, su carne), pero fue levantado de entre los muertos por el Espíritu Santo.

Romanos 8:11, confirma esta aseveración. El texto reza así: "Si, pues, el espíritu (Santo) del que levantó a Jesús de entre los muertos mora en ustedes, el que levantó a Cristo Jesús de entre los muertos vivificará también sus cuerpos mortales por medio de Su espíritu que reside en ustedes" (versión N.M.).

No existe un texto que declare que nuestro Señor Jesucristo haya dejado su cuerpo en el polvo de la tierra.

La palabra griega que la Sociedad Watctower tradujo "en el espíritu" en la Traducción del Nuevo Mundo es pneumatí. Sin embargo, esta misma palabra fue traducida en Romanos 8:13 "por el espíritu" por los líderes de la Watchtower. Por lo tanto, si en Romanos 8:13, los testigos de Jehová, tradujeron la palabra griega pneumatí "por el espíritu", igualmente debieron de traducir "por el espíritu" el texto que ahora estamos considerando.

Insistimos que 1 Pedro 3:18 significa que Cristo fue resucitado de entre los muertos por el Espíritu Santo. Esto se confirma en las siguientes versiones de la Biblia:

  1. Nácar-Colunga: "Volvió a la vida por el Espíritu".
  2. Felipe de Fuenterrabía (1961):"Fue resucitado por el espíritu".
  3. Nueva Versión Internacional: "El sufrió muerte en el cuerpo, pero el Espíritu hizo que cobrara vida".

Antes de su muerte nuestro bendito Señor anunció que resucitaría corporalmente. He aquí las palabras del Evangelio: "Respondió Jesús, y díjoles: Destruid este templo, y en tres días lo levantaré. Dijeron luego los Judíos: En cuarenta y seis años fue este templo edificado, ¿y tú en tres días lo levantarás? Más él hablaba del templo de su cuerpo. Por tanto, cuando resucitó de los muertos, sus discípulos se acordaron que había dicho esto; y creyeron a la Escritura, y a la palabra que Jesús había dicho" (San Juan 2:19-22, Reina-Valera de 1909).

En una ocasión el Maestro resucitado se presentó ante sus discípulos, y ellos sospechaban que El era un espíritu; pero Jesús sosegó sus dudas diciendo: "Vean mis manos y mis pies que yo mismo soy; pálpenme y vean, porque un espíritu no tiene CARNE Y HUESOS ASÍ COMO CONTEMPLAN QUE YO TENGO" (San Lucas 24:39).

Si Jesús no tenía "carne y hueso", cuando en verdad El afirmaba "yo mismo soy", entonces Jesús engañaba a sus discípulos y los estaría embaucando al decirles que poseía CARNE Y HUESO. Además dejarían de ser verdaderas las palabras del apóstol Pedro: "El cual no hizo pecado ni fue hallado engaño en su boca" (1 Pedro 2:22).

Jesús es el "Mediador entre Dios y los hombres". Así lo dice el apóstol Pablo: "Porque hay un Dios, ASÍ mismo un Mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo HOMBRE" (1 Timoteo 2:5). Obsérvese cómo, el Señor Jesucristo, nuestro Mediador, todavía es HOMBRE, pues no dice Jesucristo Espíritu sino "JESUCRISTO HOMBRE."

Debe observarse también que el Señor Jesús llamaba a sus discípulos "mis hermanos", después de su resurrección (San Mateo 28:10). En verdad somos hermanos de Jesús sólo en cuanto a su humanidad, pero no lo somos en cuanto a la Deidad ya que ningún humano podría llamarse "hermano" de la Deidad.