... Por tanto, vayan y hagan discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles a obedecer todo lo que les he mandado a ustedes. Mateo 28:19,20

El Rico y Lázaro

{ por Miguel Cabán }

Algunos estudiosos de las Escrituras se han sentido a veces confundidos por la antojadiza interpretación que ciertos teólogos han querido dar al siguiente relato que hizo Jesús en una ocasión:

  • 19 "Cierto hombre era rico, se Vestía de Púrpura y de lino fino, y Hacía cada Día banquete con esplendidez.
  • 20 Y cierto pobre, llamado Lázaro, estaba echado a su puerta, lleno de llagas,
  • 21 y deseaba saciarse con lo que Caía de la mesa del rico. Aun los perros Venían y le Lamían las llagas.
  • 22 "Aconteció que Murió el pobre y fue llevado por los ángeles al seno de Abraham. Murió también el rico, y fue sepultado.
  • 23 Y en el Hades, estando en tormentos, Alzó sus ojos y vio de lejos a Abraham, y a Lázaro en su seno.
  • 24 Entonces él, dando voces, dijo: 'Padre Abraham, ten misericordia de Mí y Envía a Lázaro para que moje la punta de su dedo en agua y refresque mi lengua; porque estoy atormentado en esta llama.'
  • 25 "Y Abraham dijo: 'Hijo, acuérdate que durante tu vida recibiste tus bienes; y de igual manera Lázaro, males. Pero ahora él es consolado Aquí, y Tú eres atormentado.
  • 26 Además de todo esto, un gran abismo existe entre nosotros y vosotros, para que los que quieran pasar de Aquí a vosotros no puedan, ni de Allá puedan cruzar para Acá.'
  • 27 "Y él dijo: 'Entonces te ruego, padre, que le Envíes a la casa de mi padre
  • 28 (pues tengo cinco hermanos), de manera que les advierta a ellos, para que no vengan también a este lugar de tormento.'
  • 29 Pero Abraham dijo: 'Tienen a Moisés y a los Profetas. Que les escuchen a ellos.'
  • 30 Entonces él dijo: 'No, padre Abraham. Más bien, si alguno va a ellos de entre los muertos, se Arrepentirán.'
  • 31 Pero Abraham le dijo: 'Si no escuchan a Moisés y a los Profetas, tampoco se Persuadirán si alguno se levanta de entre los muertos.'"

Algunos han pretendido que estos versículos enseñan cuál es la condición de los buenos y los malos después de la muerte. Afirman también que estos pasajes establecen el hecho de que el alma es inmortal, y que en el momento de fallecer el individuo va directamente al cielo o al infierno.

Los que enseñan que esta parábola es literal, es decir, que Lázaro estaba recibiendo su recompensa y que el rico estaba en el infierno, encuentran problemas insolubles:

  • El rico veía a Lázaro y podía hablar con él. Según esto, los buenos y los malos (el Paraíso y el infierno) pueden comunicarse y se ven constantemente. Se da cuenta Ud. qué clase de Paraíso sería aquel donde una madre viera quemarse y sufrir a su hijo durante siglos sin fin? No podría tener felicidad! Y tampoco sería un Paraíso sino un lugar de tortura psicológica. Recordemos aquí que "Dios es amor", por lo tanto no puede permitir semejante atrocidad.
  • Los que enseñan que esta parábola respalda la doctrina de la inmortalidad del alma suponen que el rico y el mendigo Lázaro habrán experimentado una separación de sus almas de sus cuerpos. Sin embargo, en la parábola el rico tenía ojos que veían, lengua que hablaba y cuerpo que sentía el calor del fuego. Lázaro por su parte, tenía dedos que podía mojar en el agua. Y Abraham tenía oídos, boca y un cuerpo con brazos y piernas donde podía sostener el cuerpo de Lázaro. Ve Ud. el problema? Los que hablan de las almas sostienen que éstas son inmateriales e incorpóreas. Entonces no pueden tener dedos, lenguas ni cuerpos.
  • La Biblia enseña que los buenos y los malos recibirán su recompensa y su castigo cuando Cristo venga por segunda vez a este mundo. De modo que sostener que esa recompensa o castigo e reciben en el momento de la muerte, equivale a contradecir las claras enseñanzas de Cristo mismo. ¿Para qué va a venir entonces por segunda vez (S. Mateo 25:31-41)?
  • El seno de Abraham. Los que dicen que esta parábola es literal y que por lo tanto el rico estaba sufriendo en el infierno en forma real, se apresuran a afirmar que "el seno de Abraham" es nada más que una figura que representa el Paraíso, y que por lo tanto los santos no están reposando en el seno del profeta. Declaran también sin vacilación que la proximidad del cielo y del infierno a que se alude en esta parábola es puramente figurada. Dicen además, que otros detalles también son figurados. Entonces, lógicamente ocurre que desde el momento en que aceptan que partes de la parábola no son reales sino figuradas, entonces están aceptando inevitablemente que toda la parábola es figurada. Y si no quieren admitir que lo es, están forzados a conceder que su decisión acerca de si una parte de la parábola es figurada o no es algo arbitrario, es una determinación que toman sin valerse de ningún principio de interpretación claro y lógico.
  • ¿Cómo explican ellos que Lázaro haya sido llevado ante Abraham y no ante la presencia de Dios? Aquí se coloca al profeta Abraham como el personaje principal, y no a Dios, como debiera ser. Lo explican diciendo que esta parte es figura y no realidad, como ya vimos en el punto No. 4.

En resumen, la creencia de que el ser humano tiene un alma que sigue viviendo después de la muerte para recibir su recompensa en el cielo o su castigo en el infierno,

  • Anula el juicio final anticipando su tiempo(vea Hechos 17:31);
  • Hace innecesaria la segunda venida de Cristo (S. Mateo 25:31-34; Apocalipsis 22:12;)
  • Contradice la enseñanza de la resurrección de los justos (S. Lucas 14:14);
  • Contradice el claro testimonio de la Biblia de que los muertos reposan en sus tumbas sin tener conciencia de nada (Salmo 146:4; 115:17; Eclesiastés 3:19-22);
  • Y en este caso del rico y Lázaro, representa a los espíritus incorpóreas como poseyendo miembros corporales, como dedos, lengua, etc., y coloca a los espíritus de los buenos y los malos a plena vista unos de otros, lo cual es ilógico.

La parábola del rico y Lázaro es nada más que eso: una parábola. Por lo tanto no se la puede utilizar para sostener que los malos van al infierno y los buenos al cielo, porque Cristo no procuraba enseñar tal cosa cuando la presentó. Los que insisten en afirmar que esta parábola enseña que el alma es inmortal, lo hacen contradiciendo clarísimos pasajes bíblicos que enseñan que los muertos nada saben y que los seres humanos recibirán su recompensa o su castigo en el juicio final (S. Mateo 25:31-45).

Por lo tanto, podemos reconfortamos con la bendita verdad bíblica de que nuestros seres amados reposan en sus tumbas, sin saber nada, sin sufrir nada y sin participar en actividad alguna; ah permanecen en paz encomendados a la misericordia infinita de Dios, en espera del veredicto final del Juez Supremo, el cual se conocerá en ocasión del más glorioso de todos los acontecimientos que aguardan a la humanidad: la segunda venida de Cristo en gloria y majestad.

Que el relato es figurado también se desprende porque cuenta que el rico condenado imploraba: "Envía a Lázaro para que moje la punta de su dedo en agua, y refresque mi lengua; porque estoy atormentado en esta llama". Una persona, literalmente envuelta en llamas no clamaría por unas pocas gotas. Como alguien acotó: Pediría las cataratas del Niágara. El relato no corresponde con una realidad literal.

Resulta una verdadera anomalía en la Biblia que un ser humano dirigiera una plegaria, pedido o invocación a Abrahán. La enseñanza permanente de la Escrituras es que todo pedido, o súplica, se eleva hacia Dios. Del Altísimo dependemos para todas las cosas. El es el Señor de la vida y de la muerte; sólo el Eterno puede perdonar pecados o mitigar las consecuencias de ellos. Esta es una razón más para que resulte evidente que se trata de una parábola de carácter alegórico.

Como se ve, era una parábola, un recurso pedagógico, con el cual Jesús no trataba de enseñar la existencia de un lugar de tormento. Lo que se proponía era enseñar que no debe confiarse en las riquezas, ni dejar la salvación para cuando ya sea tarde.

El sentido común nos dice que a una parábola no hay por qué pretender entenderla con un sentido literal. Sería absurdo, por ejemplo, pretender que la parábola que se halla en el libro de los Jueces, capítulo 9, versículos 8 hasta el 15, debe entenderse de otra manera que no sea figurada. Dicen estos textos:

  • 8 Los árboles iban a elegir un rey sobre ellos y dijeron al olivo: "¡Reina sobre nosotros!"
  • 9 Pero el olivo les Respondió: "¿He de renunciar a mi aceite con el cual son honrados Dios y los hombres, para ir a mecerme por encima de los árboles?"
  • 10 Luego dijeron los árboles a la higuera: "¡Ven Tú, y reina sobre nosotros!"
  • 11 Pero la higuera les Respondió: "¿He de renunciar a mi dulzura y a mi buen fruto, para ir a mecerme por encima de los árboles?"
  • 12 Luego dijeron los árboles a la vid: "¡Ven Tú, y reina sobre nosotros!"
  • 13 Pero la vid les Respondió: "¿He de renunciar a mi vino nuevo que alegra a Dios y a los hombres, para ir a mecerme por encima de los árboles?"
  • 14 Entonces todos los árboles dijeron a la zarza: "¡Ven Tú, y reina sobre nosotros!"
  • 15 Pero la zarza Respondió a los árboles: "Si en verdad me Ungís como rey sobre vosotros, venid y refugiaos a mi sombra. Y si no, ¡salga fuego de la zarza y devore los cedros del Líbano!"

Esto es una parábola, y una parábola es también la del rico y Lázaro, y lo que de ella debemos aprender es la enseñanza que se quiere dar.

Alguien nos dirá: "Pero no se dice que es una parábola!". Tampoco dijo Natán que estaba contando una parábola cuando le dijo a David el relato del rico que robó la cordera del pobre para preparar una comida a su huésped (1 Samuel 12:1-6). Lucas nos presenta varios otros relatos, en los cuales no nos dice específicamente que son parábolas Tenemos, como ejemplo, el espíritu inmundo que busca su casa, el mayordomo injusto, la gran cena, y el hijo pródigo (Lucas 11:24-26; 16:1-12; 14:16-24; 15:11-32).