Alabad á Jehová, naciones todas; Pueblos todos, alabadle. Porque ha engrandecido sobre nosotros su misericordia; Y la verdad de Jehová es para siempre. Aleluya. Salmo 117;1,2

1ra Antología de Devocionales

{ Varios autores }

Y Jesús lloró

Autor desconocido

Entonces Jesús llevó a sus discípulos a la montaña y reuniéndolos a su alrededor; les enseñaba diciendo:

"¡Dichosos los que reconocen su necesidad espiritual, pues el reino de Dios les pertenece!"
"¡Dichosos los que están tristes, pues Dios les dará consuelo!"
"¡Dichosos los de corazon humilde, pues recibirán la tierra que Dios les ha prometido!"
"¡Dichosos los de limpio corazón, pues ellos verán a Dios!"
"¡Dichosos los que sufren persecución por hacer lo que Dios les pide, pues el reino de Dios les pertenece!"


Entonces: Simón Pedro dijo: ¿Para qué hay que aprender éso?
Y Andrés dijo: ¿Tenemos que entender TODO éso?
Y Tomás dijo: ¿Habrá un exanen de éso?
Y Felipe dijo: ¿Y si no me aprendo éso?
Y Bartolomé dijo: ¡No entiendo NADA!
Y Judas dijo: ¿Cuánto vale todo éso?
Y Juan dijo que sólo él y su hermano Jacobo debían aprender éso.
Y Mateo dijo: ¿Cuándo va a terminar la clase? Tengo hambre.
Y Judas Tadeo dijo: ¿Eso lo escribió Moisés?
Y Simón el Cananita dijo: Nada (se fue al baño).
Y por último Jacobo hijo de Alfeo dijo: Nada. Estaba dormido.

Uno de los fariseos llegó y le pidió a Jesús que le mostrara el plan de la lección del día. Luego los maestros de la Ley le interrogaron sobre sus planes para la escuela sabática y el plan de Inversión.

Y Jesús lloró.

¿A dónde va tu dinero?

Autor desconocido

Este era un billete de $20 dólares y otro de $1 dólar que se encontraban en una bolsa de banco en el edificio de la Reserva Federal en el centro de la ciudad.

Mientras se encontraban lado a lado, el billete de un $1 le preguntó a su compañero,

---- "Oye, amigo, ¿dónde has estado? No te he visto en mucho tiempo."

El de $20 respondió: ---"Amigo, ¡¡Vaya que he tenido trabajo!! He viajado a países distantes, también a los restaurantes más finos, a los casinos más grandes y finos. También he estado en numerosas boutiques, el centros comercial de lujo en el norte y el del sur, y también el nuevo que ayudé a construir. De hecho, justo en esta semana estuve en Europa, en un partido profesional de la NBA (Liga Nacional de Baloncesto en los Estados Unidos), en un rodeo, en un balneario, en un salón estilista de gran clase. ¡¡He hecho todo eso!!

Después de haber descritos todos esos grandiosos viajes, el billete de $20 dólares le preguntó al de $1, ----- "¿y a ti cómo te ha ido? ¿Dónde has estado?"

El billete de $1 dólar respondió, -------"Bueno, he estado en la Iglesia Bautista, Metodista, también en la Iglesia Episcopal; en la Iglesia de Dios, la Católica, la Mormona, la de los Santos de los Últimos Días, la Iglesia A.M.E., la Iglesia de los Discípulos de Cristo, la Iglesía Anglicana, en la Iglesia Adventista....etc,etc

"¡¡¡ ESPERA, ESPERA, DETENTE UN MINUTO !!!" -gritó el billete de $20-, "¿Qué es una iglesia?"

No espere morir para ir a la iglesia

Autor desconocido

No espere morir para ir a la iglesia, que te lleven en carroza fúnebre porque entonces...


    Irá, a pesar de la temperatura.
    Irá, a pesar de los sentimientos de su familia.
    Irá, a pesar de la condición de su cuerpo.
    Irá usted al altar, pero no podrá orar.
    Irá, sin importar cuántos hipócritas (a su juicio) haya en la iglesia.
    Irá, a pesar de que lo necesitan mucho en el trabajo y en su empleo.
    No podrá disfrutar del canto, por armonioso y bello que sea.
    Lo que el pastor diga, ya no lo podrá usted poner en práctica.
    Estará usted muy necesitado, pero nadie ya podrá ayudarle.
    Ya nunca más podrá usted ir a la iglesia.
    Tendrás muchas flores a su alrededor, pero no podrá disfrutar de las mismas.
    El pastor preferirá ayudarle hoy que tratar de consolar a sus seres queridos si usted muriera alejado de Dios.

Asista a la Iglesia hoy mismo, mientras todavía tiene la oportunidad de tomar decisiones.
Dios no debió haberte llamado

Autor desconocido

Hay muchas razones por qué Dios no debió haberte llamado. Pero no se preocupe. Usted está en buena compañía.


    Moisés era tartamudo.
    Marcos fue rechazado por Pablo.
    Timoteo tuvo úlceras.
    La esposa de Oseas era una prostituta.
    Amós sólo fue educado para podar arboles de higos.
    Jacob era un ladrón.
    David tuvo un hijo fuera del matrimonio.
    Salomón era demasiado rico.
    Jesús era demasiado pobre.
    Abraham era demasiado viejo.
    David era demasiado joven.
    Pedro le tenía miedo a la muerte.
    Lázaro estaba muerto.
    Noemí era una viuda.
    Pablo era un asesino, tal como lo fue Moisés.
    Jonás se escondió de Dios.
    Miriam era chismosa.
    Gedeón y Tomás ambos dudaron.
    Jeremías estaba preso.
    Elías se cansó de vivir.
    Juan Bautista hablaba duro.
    María era perezosa.
    Sansón tenía el cabello demaisado corto cuando no lo tenia demasiado largo.
    Noé se embriagó.
    Samuel era apenas un infante

¿Mencionamos que Moisés tenía poca paciencia como Pedro, Pablo - bueno, tantas personas más. Pero Dios no hace entrevistas de empleo. Él no emplea y despide como la mayoría de los jefes, porque El es más nuestro Padre que nuestro Jefe. Satan dice, "Tu no eres digno." ¿Jesús dice, "¿Y qué? Yo sí."

Seguro que hay una gran cantidad de razones por qué Dios no nos debe llamar. Pero si estamos enamorados de El, si tenemos hambre de El , El nos usará a pesar de que somos, dónde hemos estado nosotros, o a lo que nos parecemos .

Todas las cosas ayudan a bien

Autor desconocido

Hace muchos años, un campesino volvía a su casa a caballo luego de haber estado varios días en una fiesta en París. Mientras hacía su camino revivía en su imaginación los agradables momentos que había disfrutado. También se imaginaba el gozo que iluminaría el rostro de su esposa y de sus hijos cuando vieran los regalos que les traía, los cuales venían envueltos dentro de una gran maleta. Apenas había visto que el cielo se oscurecía rápidamente.

De pronto comenzó a llover, y el hombre se empapó hasta los huesos. Estaba encolerizado. ¿Por qué le sucedía esto justamente a él y en ese mismo momento?

Mientras continuaba quejándose de su mala fortuna, desde unos arbustos de junto al camino saltó un ladrón con el revólver desenfundado. Pálido de terror, el campesino oyó el ¡click! del percutor cuando el bandido preparó el arma. Pero no hubo disparo. Algo sucedió. Sin perder un momento, nuestro hombre clavó las espuelas a su caballo y pronto estuvo fuera del alcance de su atacante.

"¡Qué necio he sido" pensó. "Me quejé de que la lluvia estaba arruinando mi viaje a casa. Pero si la lluvia no hubiera humedecido la pólvora del arma del ladrón, yo habría sido muerto. Nunca hubiera llegado a casa para reunirme con mi familia".

Cuán a menudo nuestros lamentos se tornarían en alabanzas si pudiéramos ver que alguna amarga vicisitud es realmente una bendición disfrazada. Cesarían nuestras murmuraciones tontas.

Pero los que confían en Dios no deben preocuparse por los sinsabores que la vida le brinda. Su fe debe descansar en las promesas que Dios ha hecho para nosotros.

Dios es lo suficientemente poderoso para convertir nuestros problemas y nuestras derrotas en las victorias más increíbles del mundo. Donde sólo vemos oscuridad, Dios ve el sol de mediodía. Todo lo que nos sucede ahora, es semilla del gozo eterno que tendremos en la nueva Jesuralén. Es cuestión de ser optimista y confiar que Dios hará tal como El ha prometido y nos asegura que El no nos va a fallar.

Así lo hicieron todos los grandes hombres y mujeres de la Biblia, su secreto era esperar en Dios y El mostraría su fortaleza en sus debilidades. Así resucitaron a los muertos, predicaron el evangelio, ganaron batallas y mucho más. Es asunto de fe y confiar que El hará.

¿Estás seguro?

Autor desconocido

Cuando aquella tarde llegó a la vieja estación, le informaron que el tren en el que ella viajaría se retrasaría aproximadamente una hora. La elegante señora, un poco fastidiada, compró una revista, un paquete de galletas y una botella de agua para pasar el tiempo. Buscó un banco y se sentó preparada para la espera.

Mientras hojeaba su revista, un joven se sentó a su lado y comenzó a leer un diario. De repente, la señora observó como aquel muchacho, sin decir una sola palabra, estiraba la mano, agarraba el paquete de galletas, lo abría y comenzaba a comerlas, una a una, despreocupadamente.

La mujer se molestó por esto, no quería ser grosera, pero tampoco dejar pasar aquella situación o hacer de cuenta que nada había pasado; así que, con un gesto exagerado, tomó el paquete y sacó una galleta, la exhibió frente al joven y se la comió mirándolo fijamente a los ojos.

Como respuesta, el joven tomó otra galleta y mirándola la puso en su boca y sonrió. La señora ya enojada, tomó una nueva galleta y, con ostensibles señales de fastidio, volvió a comer otra, manteniendo de nuevo la mirada en el muchacho. El diálogo de miradas y sonrisas continuó entre galleta y galleta.

La señora cada vez más irritada, y el muchacho cada vez más sonriente. Finalmente, la señora se dio cuenta que en el paquete quedaba la última galleta. "- No podrá ser tan descarado", pensó mientras miraba al joven y al paquete de galletas. Con calma el joven alargó la mano, tomó la última galleta, y con mucha suavidad, la partió exactamente por la mitad. Así, con un gesto amoroso, ofreció la mitad de la última galleta a su compañera de banco.

¡Gracias! - dijo la mujer tomando con rudeza aquella mitad.

"De nada." - contestó el joven sonriendo suavemente mientras comía su mitad.

Entonces el tren anunció su partida... La señora se levantó furiosa del banco y subió a su vagón. Al arrancar, desde la ventanilla de su asiento vio al muchacho todavía sentado en el banco y pensó: "¡Que hombre insolente, que mal educado, sin modales alguno!". Mirando con resentimiento al joven, sintió sed. Abrió su bolso para sacar la botella de agua y se quedó sorprendida cuando encontró, dentro de su cartera, su paquete de galletas INTACTO. Ella había comido de las galletas del joven "insolente" que tan amablemente las compartió con ella.

Y tu, ¿estás seguro?

"La Mosca Bastante Inteligente"

Por James Thurber

Una vez una araña construyó una red hermosa en una casa vieja para atrapar moscas. Cada vez que una mosca aterrizaba en el red, se enredaba y se lo devoraba. Así hacía para que cuando otra mosca viniera pensara que la red era un lugar seguro para descansar.

Un día un cucubano bastante inteligente volaba cerca de la red tan sin prender su luz. La araña apareció y dijo, "Aterriza y descansa." El cucubano era demasiado hábil para él y dijo, "Nunca enciendo mi luz donde no veo otros cucubanos y yo no los veo aquí en su casa." y se fue.

Así que él voló hasta que vió que había luces como la de él. Él estaba a punto de aterrizar entre ellos cuando una abeja zumbó cerca y dijo, "No haga éso. No seas tonto, eso es papel para atrapar moscas. Todos mueren allí." "No seas tonto," dijo el cucubano, "Ellos solo bailan." Luego aterrizó, quedó atrapado en la pega del papel y murió con los demás.

Moraleja: No hay la seguridad en números, solamente en Cristo.