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Autor desconocido
Unos colonizadores viajaban una vez juntos por las praderas del oeste de los Estados Unidos. Un día, se horrorizaron al ver un fuego que se movía en dirección a ellos avivado por el fuerte viento. A medida que las llamas se acercaban más y más, un hombre, para asombro de los otros, le prendió fuego a favor del viento a un gran pedazo de terreno cubierto de yerba. La yerba seca se quemó rápidamente, dejando detrás un área desierta y chamuscada. Entonces dijo a los demás hombres que se colocaran en el lugar ya quemado. Observaron cómo el fuego se les acercaba arrasando hasta que llegó al área quemada. . . ¡y se detuvo! Los hombres estuvieron a salvo mientras el fuego les pasaba por ambos lados.
Los fuegos del juicio de Dios descenderán a un mundo malvado, pero Dios ha provisto un lugar ya quemado. En el Calvario, el fuego de la justicia de Dios fue apagado por Jesús. El llevó nuestro pecado allí y pagó completamente la deuda por nuestras transgresiones. Satisfizo plenamente las demandas por nuestro pecado, y los que hemos dado nuestro paso de fe en la obra consumada de Cristo, estamos seguros en el lugar ya quemado. No queda nada por quemar.
Jesús "llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia; y por cuya herida fuisteis sanados" (1 P. 2:24). ¿Estás en el lugar quemado? Cristo murió en lugar nuestro para proveer un lugar seguro.
Estaban un astronauta y un neurocirujano muy reconocido, discutiendo sobre la existencia de Dios.
El astronauta dijo: Tengo una convicción, no creo en Dios. He ido al espacio varias veces y nunca he visto ni siquiera un ángel.
El neurocirujano se sorprendió, pero disimuló. Luego de pensar unos instantes, comentó: Bueno, he operado muchos cerebros y nunca he visto un pensamiento.
Por Over Alvarez
Algunos dibujan mapas; otros elijen caminar, abriendo su camino. Algunos se proponen cambiar a los otros; otros elijen crecer, cambiando ellos mismos. Algunos quieren el poder para imponer su autoridad; otros elijen ser personas "autorizadas" para servir. Algunos privilegian los placeres corporales; otros elijen priorizar el gozo y la alegría del espíritu. Algunos se afanan y desvelan por tener muchas riquezas; otros elijen la FORTUNA de SER ELLOS MISMOS . Algunos se sienten víctimas de todo lo que les sucedió y les hicieron; otros elijen sentirse responsables y artífices de su propio destino. Algunos se paralizan por temor a equivocarse; otros elijen reconocer su derecho de aprender, dándose la oportunidad de crecer y de acertar. Algunos viven aquí con la ilusión de que nunca morirán; otros elijen vivir sabiendo que han de morir, y con la esperanza de seguir viviendo. Algunos algunos sufren ante un Dios que los controla y amenaza, otros elijen vivir libres y confiados en la presencia y bajo la mirada de un Dios que los ama. Y tú, ¿qué elijes? Porque este desafío se te impone porque eres libre, y debes decidir que hacer contigo mismo.
Cuentan que en cierta ocasión, viajaban a bordo de un avión un niño y una señora. El niño tranquilamente coloreaba su cuaderno de dibujos. La señora miraba unas revistas. De pronto, el avión entro en una turbulencia.
Todos los pasajeros que viajaban en el avión se alarmaron, la señora guardó la revista y miró al niño que viajaba a su lado, él, seguía coloreando su cuaderno. La situación empeoraba, la señora estaba cada vez más asustada, miró otra vez al niño que seguía coloreando tranquilamente.
La turbulencia pasó. La señora observó al niño y pensó que tal ves ni siquiera se dio cuenta de lo que había pasado.
¿Estás bien? le preguntó. A lo que el niño respondió: Sí, sabía que nada iba a pasar. -Así que sabías lo que estaba pasando- Dime entonces porqué estabas tan tranquilo, porqué no sentiste miedo como los demás.
Sencillo, -contestó el niño- Mi papá es el piloto.
El dinero comprará: Una cama, PERO NO sueño. Libros, PERO NO educación. Comida, PERO, NO apetito. Adornos, PERO, NO belleza. Una casa, PERO NO un hogar. Medicina, PERO NO salud. Lujo, PERO NO cultura. Diversión, PERO NO felicidad. Un crucifijo, PERO NO un Salvador. Un banco en el templo, PERO NO el Cielo. Lo que el dinero no puede comprar, Jesús lo da libremente sin cobrar.
Engendrando discordia entre hermanos Látigo hecho con fuego infernal Causa de rencor seres amados Henchido de odio para todos por igual Idilio de muchos humanos, Sin duda por falta de amor. Mas debe saber el cristiano, El CHISME NO AGRADA al Señor!
Se cuenta de un anciano cuáquero que, queriendo dar una lección a sus vecinos, puso un anuncio en un campo de su propiedad, que decía: "Se lo regalo a cualquiera que se sienta satisfecho".
Un granjero rico lo leyó al pasar por allí y pensó: "Dado que mi vecino y amigo va a dar este campo, yo tengo tanto derecho a recibirlo como cualquiera. Soy rico y tengo todo lo que necesito, así que estoy calificado para recibirlo."
Se acercó a la casa de su vecino y cuando el anciano apareció en la puerta, e explicó la razón de su visita.
¿Se siente usted realmente satisfecho? preguntó el propietario del terreno.”Sin duda que si ”respondió el granjero. Tengo todo lo que necesito y estoy plenamente satisfecho. ”Mi amigo”, contestó el otro, ”si usted esta de verdad satisfecho, ¿por qué quiere mi campo?"
La pregunta revelaba que la avaricia estaba oculta en el corazón del granjero. El problema básico con las riquezas materiales es que nunca satisfacen del todo, siempre se quiere más.
El dinero es como el agua, mientras más bebes, más quieres.